¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Manuel Antonio Aguilar Moreno.
Con base a la lectura “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias” considero que el aprendizaje no es una acción tan trivial que pueda ser susceptible de ser medida u observada a través de unos simples cuestionamientos. Si se toma en cuenta que el aprendizaje como conocimiento nuevo es una integración a los esquemas de los saberes previos del alumno reajustándolos en su estructura cognitiva y produciendo como resultado la incorporación de contenidos informativos, la adopción de nuevas estrategias de conocimiento debe favorecer la generación de competencias y habilidades. El aprendizaje, finalmente, es una forma de apropiarse de la realidad e interactuar con ella. Bajo el enfoque de satisfacer las demandas del mercado laboral, y dentro de este contexto, no es apropiado hacer una designación para afirmar que esta acción en el alumno sea una trivialidad.
De tal manera, que si pretendemos medir o evaluar el aprendizaje debemos definir con precisión las metas, competencias a desarrollar, u objetivos propuestos para saber en qué grado se están alcanzando estos. De allí que el fracaso, como escenario próximo de medir el aprendizaje con unas preguntas cualquiera sobre algún contenido determinado, equivale a aceptar que no se sabe con claridad que es lo que se va a enseñar y por ende lo que queremos desarrollar en nuestros alumnos.
La medición debe de corresponder exactamente a la meta o competencia propuesta y al análisis de todas las posibles conductas que pretenden esperarse del alumno como resultado del aprendizaje. En este sentido, la transformación de la conducta en nuestros alumnos se pueden lograr de acuerdo al tipo de contenido que se trate ya sean estos conceptuales, procedimentales y actitudinales. En atención a que la dimensión cognitiva contempla todo lo referente a la apropiación del conocimiento,
el aspecto procedimental requiere medir conductas que suponen coordinación psicomotriz para llegar a tener destrezas y habilidades que permitan determinar si es apto o no el alumno en cierta competencia.
La parte actitudinal concierne a las conductas referentes a sentimientos, valores, actitudes, que se manifiestan en la persona como resultado del trabajo de equipo dentro y fuera del aula.
Concluyendo, se debe reconocer que la medición del aprendizaje tiene que ser planeada cuidadosamente evitando en todo momento la superficialidad e improvisación. La medición debe de ser integral en tanto se midan todas las manifestaciones de la personalidad del alumno, debe de ser permanente, es decir durante todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, del plan de acción establecido, debe de ser sistemática y planeada como un producto de la reflexión y critica al proceso de construcción del nuevo conocimiento.
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Estimado compañero Manuel Antonio:
ResponderEliminarEsta bien realizado tu escrito con respecto al aprendizaje y el desarrollo de las competencias y en casi todos tus comentarios coincidimos; sin embargo utilizas mucho el termino de medición en donde difiero contigo, yo considero que el aprendizaje no es medible, si se puede evaluar pero no medir ya que es muy complejo en su estructura y en su desarrollo que casi podria asegurar que no se puede medir.
Saludos
José Ramón
Que tal Manuel Antonio, precisamente el comentario que te hace el compañero Ramón es el que te iba hacer; considero que ese termino (que se maneja desde la plataforma) no debería manejarse, pues con el nuevo enfoque los aprendizajes no pueden ser nedidos, más bien valorizarlos y tomar decisiones en base a mencionada valorización, para reforzarlos, modificar procesos o retroalimentar. Muy buenos comentarios, saludos.
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